jueves, 26 de marzo de 2015

Radiopoemario: trance poetico-experimental en vivo (sesión 25 de marzo)


Última sesión del mes de marzo. Informo que debido a los imponderables de último momento, hice ajustes al programa y me otorgué la licencia poética de subirme una vez más al escenario, está vez para compartirles mis textos y hacerme acompañar de la potente poesía de mi querido Ian Soriano. 

"Melancolía 3.1416" fue el libro inédito que nos compartió Ian Soriano, además de varios textos incluidos en el Libro-Objeto "Igual que los muros de naipes de un castillo sinfónico" (miCielo ediciones, 2013).



Ian Soriano dando lectura a su libro inédito "Melancolía 3.1416"


Avenidas espirituales



Lo mejor es saborear las tardes en sus puestas de sol

hasta perder el sano juicio

Robar los desdenes propios e ir armando con ellos el salario

y decirle mínimo
al sentimiento de propiedad que nos acosa
a los estertores que reflejan los rostros
entre la urbe

La raza cansa
en el transcurrir de este
camposanto de cemento
cuyos injertos son comerciantes
fruncidos por la mendicidad de
tener que buscar marchantes
quienes no les comprarán
sino hasta que ya estén muertos
o conscientes
de que tocarse tan de cerca los tuerce

Multitud sabor a caricias recicladas
a batir de castas de aluminio
a drenaje del apocalipsis
a avenidas espirituales:

huele a la mujer ajena que se baña
todos los días en el río
de tu vista

huele al sonidero de la esquina
al estrépito de su salario (contra el tuyo)
mejor remunerado
que el de un pseudoperiodista
que ostenta una pseudoprofesión
cuando vive a expensas de un entorno
de idolatría

huele a todos los sombrerazos
en el Metro
al inaudible combate que ahí se libra
entre quijadas de órganos sexuales

Avenidas cuyas piernas abiertas son alcohol
venas y tranvías escritos en la página de un diario
montañas alambradas de un mural fresco
titulado Siglos
que hacen eco en las plazas, rondan los parques
atribulan al mejor postor

Se vive con la capacidad de convocatoria de las cantinas
con la celebridad que un borracho allí adquiere
al mutar su mala sangre en rico vino
al invocar con su canto desesperado a un coro de amigos
que se le aparecen
como graffiti de sus antepasados
como pergaminos del futuro
como ladrones de su presente

¿Será que las avenidas duelen como un carbón vivo
 y su hollín salpica
nuestras letrinas
nuestros           escondites
            nuestro cuerpo hecho de tierra
para que no haga corto circuito
                       con sus yacimientos más sagrados?


Texto incluido en "Igual que los muros de naipes de un castillo sinfónico" 
Ian Soriano (miCielo ediciones, 2013).


Avanza la tarde noche, plagada de sus sonidos urbanos. El ritmo de los versos de Ian Soriano, componen una sinfonía y han sido concebidos como una pieza musical, bajo el influjo de la música urbana.

El título "Igual que los muros de naipes de un castillo sinfónico" es el párrafo de una carta 
que José Revueltas le manda a su hermano Silvestre, desde la prisión de Lecumberry.


    los Rockeros

Ellos tocaron bajo el influjo de un espíritu

de igual potencia que aquel que hace crecer al trigo



El exilio de sus dedos fue hurgar las fauces de toda inspiración

                                                                           -antigua y futura-

                                                                hasta llegar a hacer malabares



Sus instrumentos:       siempre un ensayo de fuegos artificiales

otrora luces de neón silente

 relucieron sobre pistas de baile

en las que una fauna de corazonadas y taconazos

resonaron alto

como un tambor prehistórico.


Texto incluido en "Igual que los muros de naipes de un castillo sinfónico" 
Ian Soriano (miCielo ediciones, 2013).



La música se me detona en el pecho, los asistentes aplauden. En las butacas debe haber más de un nuevo lector de los versos de Ian Soriano.



Seguimos con el rumbo de la programación: "Romper huesos de paloma, para hacerme escuchar" es una serie de versos incluidos en "Glory box" (El quirófano ediciones, 2013). Poemario dividido en tres partes, cuyo eje central es la condición de la gente que padece epilepsia. Un libro lleno de ritmos, paisajes sonoros y algunos caligramas, cuya vertiente va más allá del ejercicio escritural, para ahondar en los ritmos que otorgan la palabras. 



Mónica González Velázquez, leyendo: "Romper huesos de paloma, para hacerse escuchar"


Lectura dividida en dos partes. En la primera parte, la lectura del poemario "Las eternas rutas" es acompañada por música escrita para piano de Yan Tiersen y Michael Nyman, respectivamente. 


En la segunda parte, la lectura del poema "Romper huesos de paloma para hacerse escuchar", es acompañada por el vídeo poema de Gabriel Berber con música original de Jorge Riquelme, vídeo realizado especialmente para la serie "Gran mal".

Romper huesos de paloma para hacerse escuchar


Estoy esperando una mejor ocasión

para elaborar un verso acústico

que me asista


Escribo:



En una vuelta de mi mano


se abre el mundo


los caminos buscan destino


el viento enrarecido contempla sus islas


la piedra es un puente que une continentes


pájaros de vivos colores transgreden sus jaulas


y en libertad sobrevuelan


no hay nichos


las deidades caminan entre los mortales

Canto a la ciudad lo que soy
asisto donde los hombres brindan

(no son nuevas formas de olvido)

yo también necesito saber

que existe algo que se llama destino.




Un coleóptero hipnotizado surca la luz

la noche es capaz de aplastarlo todo

la brújula de mi mente gira

en el liquido que me aguarda.



Nunca por el fuego pasa la boca inadvertida

es un niño pequeño y frágil

en el intento de nombrar el mundo.



Aquí estoy

en la orilla del vértigo
barca, constelación y cartografía
línea que no cruzan los viajeros

 el

corazón

de un árbol

soy

soy


"Glory box"
Mónica González Velázquez
(El quirófano ediciones, Guayaquil; Ecuador 2013)


Dando lectura al poemario "Las eternas rutas" (Diablura ediciones 2013)

Muchos han sido los foros en los que he leído. Afortunadamente la poesía se me construye en el recuerdo de los lugares, en donde el corazón se serena y adquiere un segundo hogar.